¿CUÁL EL ES EL TRABAJO DE UN INENIERO CIVIL EN LA CONSTRUCCION?

 El trabajo de un ingeniero civil empieza a presentar una determinada necesidad (una nueva presa en un puerto, la ampliación o construcción de una autopista, una presa que dé continuidad y estabilidad al curso de un río...). En esta fase de planificación, los ingenieros civiles trabajan de forma integrada con otros profesionales y autoridades nacionales o locales con poder de decisión.

Luego, comienza a recolectar los datos necesarios para diseñar una solución a la medida, datos que pueden ser topográficos (medición de la superficie real del terreno), hidrológicos (precipitación de una cuenca, caudal de un río, etc. . . . ), estadísticos (adicionales a caminos o calles existentes, densidades de población), etc.

Para ello, los proyectos de obras y sistemas más complejos se realizan en varias etapas. La primera etapa, denominada prefactibilidad, se encarga de analizar la mayor cantidad posible de soluciones posibles. Es en esta etapa que los órganos competentes decidirán, por ejemplo: la ubicación de un puerto, el trazado general de una carretera o la decisión de construir una vía férrea para el transporte de minerales o un oleoducto. Para la toma de decisiones se consideran, entre otros, los siguientes puntos de vista: dificultad del trabajo; costo del trabajo; impacto ambiental producido por la obra. El estudio de prefactibilidad involucra a un equipo multidisciplinario de técnicos, en el que participan, además de ingenieros civiles, ingenieros eléctricos y mecánicos, geólogos, economistas, sociólogos y ecólogos. Como resultado de esta fase, se eligieron 2 o 3 soluciones para ser detalladas en el siguiente paso.

En la siguiente etapa, denominada factibilidad técnico-económica, ya se ha avanzado mucho en cuanto al detalle constructivo, determinación de costos, cronograma de construcción y flujo de caja requerido para la ejecución de la obra. En esta fase se da gran importancia a las investigaciones de campo para detectar dificultades específicas relacionadas con la geología de las zonas donde se realizará la intervención, y se detallarán los impactos ambientales, tanto físicos como abióticos y sociales. En general, es en esta fase donde se elige la solución definitiva, que se detallará en la fase de proyecto final o proyecto ejecutivo.

Sin embargo, todos estos pasos rara vez se ejecutan sin problemas, y mucho menos bajo la responsabilidad del mismo equipo de ingeniería. Así, muchas veces son los ingenieros de la Administración respectiva quienes detectan la necesidad a resolver, mientras que en otras ocasiones la obra forma parte de un plan de acción política (no siempre con una clara justificación técnica).

Si la obra a realizar es de gran magnitud, la Administración no la ejecuta, sino que sus ingenieros preparan un proyecto que se retira de la mesa pública. Luego son los ingenieros de las distintas constructoras quienes, en base a las prescripciones técnicas del anteproyecto, elaboran distintas alternativas. Las alternativas que ofrecen las empresas constructoras pueden ser muy diferentes al proyecto y entre sí, ya que cada empresa utiliza la maquinaria y los procedimientos que mejor conoce, dejando en manos de la Administración la elección de la opción más económica y que cumpla con los requisitos.

Los ingenieros que ejecutan la obra no tienen por qué ser (y normalmente no lo son) los mismos que la diseñaron. La empresa constructora también puede optar por subcontratar diferentes obras a otras empresas, con lo que puede designar diferentes empresas para una misma obra (una realiza el movimiento de tierras, otra las estructuras de hormigón...) cada una con su correspondiente departamento de ingeniería y el respectivo on- personal de ingeniería del sitio.

A menudo, debido a la imprevisibilidad del terreno, surgen problemas en el terreno que requieren cambios en el proyecto; En otras ocasiones, la Dirección puede decidir variar algunas condiciones o requisitos a medida que avanza la obra y se observan problemas o posibilidades que no fueron estudiadas o que en el momento de la elaboración del proyecto no se considerarían importantes. Puede ocurrir que una nueva infraestructura requiera modificaciones o que surja la posibilidad de dos obras diferentes, construidas por empresas diferentes.